Si tienes un aire acondicionado portátil sabrás por experiencia que estos suelen ensuciarse con gran frecuencia, sobre todo, sus filtros en los cuales se acumula una gran cantidad de polvo y suciedad. El mantenimiento de todo electrodoméstico es fundamental para aumentar su vida útil y para que funcione a la perfección. Si quieres que tu aire acondicionado portátil funcione sin problemas y que te dure durante mucho tiempo, te recomiendo que tengas en cuenta las siguientes indicaciones de mantenimiento y limpieza de aires acondicionados portátiles que te proponemos, a continuación.
Limpia los filtros de manera periódica
Los filtros son uno de los elementos del aire acondicionado portátil que más se ensucian. Estos se encuentran en la parte trasera del aparato y a través de ellos se obtiene el aire que pasará a refrigerarse. Tener los filtros limpios pueden evitar cualquier avería del aparato por taponamiento. Estos son muy fáciles de mantener. Lo único que hay que hacer es extraerlos y limpiarlos. Para limpiarlos lo único que necesitas es enjuagarlos en el grifo con agua y jabón para eliminar toda la suciedad. Por lo general, se recomienda que lo filtros se limpien una o dos veces al mes, aunque todo depende del uso que hagas del aparato y lo que se hayan ensuciado.
Cárgale gas refrigerante
El gas refrigerante del aire acondicionado es el que hace que se expulse el aire frío al pasar por los diversos circuitos. Si al utilizar tu aparato compruebas que no saca aire frío es posible que necesites cargarle gas refrigerante. Por lo general, el gas suele durar unos dos años. Aunque todo depende del uso que le hagamos o si, por el contrario, ha sufrido una avería y este se pierde con mayor frecuencia.
Enciéndelo periódicamente
En ocasiones los aparatos y electrodomésticos pueden deteriorarse si no se utilizan de manera periódica. En el caso de los aires acondicionados portátiles puede ocurrir lo mismo. Por ello, hay que encenderlos de vez en cuando para evitar averías y para asegurarnos que todo funciona a la perfección.
Limpia el ventilador de manera periódica
Al igual que ocurre con los filtros —en la parte trasera del aire acondicionado— el ventilador de la parte delantera por donde sale el aire también frío también debe limpiarse de manera periódica. Sobre todo, si el aire acondicionado no incluye bomba de calor —es más frecuente que se ensucien estos últimos—. Lo que hay que hacer es limpiar dicho ventilador con un cepillo, como un cepillo de dientes. También puedes utilizar un paño húmedo, o pulverizar agua para después limpiarlo con él. Es aconsejable que se limpie una vez al año. Si utilizas el aire acondicionado con bomba de calor para el verano y para el invierno, entonces tendrás que limpiarlo dos veces al año, como leemos en esta guía de aires acondicionados portátiles sin tubo
Limpiar el intercambiador exterior e interior
Esto solo debe realizarse en los aires acondicionados portátiles, splits o de ventana. En ellos se produce el intercambio de frío y de calor. En general, todos los aires acondicionados portátiles con conductos, de ventana y splits cuentan con dos intercambiadores: El exterior y el interior. Estos deben limpiarse con un cepillo blando y con agua —por supuesto, cuando el aire acondicionado esté apagado—. En este caso, tendremos que fijarnos de manera periódica para comprobar cuándo es necesario su limpieza. También puede ser realizado por técnicos cualificados.
Utiliza el modo adecuado
En ocasiones no nos damos cuenta de que estamos forzando el aparato con un modo que realmente no necesita. Por lo general, los aires acondicionados suelen tener varios modos. Estos son para el frío, para el calor, para ventilador y para la humedad. Si tu aire acondicionado no tiene un modo automático, debes elegir entre cualquiera de estos para que cumpla mejor la función que esperas y para que no te cause problemas —o sientas que no estás obteniendo los resultados esperados—.
Fíjate en la potencia y en las frigorías
Hay veces que utilizamos un aire con pocas frigorías para poder enfriar una habitación. Intentando ahorrar al máximo, en ocasiones apuramos tanto que el aire acondicionado no tiene las frigorías necesarias para enfriar nuestra habitación o salón —sobre todo, si vivimos en una región muy calurosa—. En la práctica, la cantidad de frigorías que se necesita por metro cuadrado son de 100. Es decir, si tenemos un espacio de 30 m2, necesitaremos un aire acondicionado con unas frigorías mínimas de 3.000. Si no tenemos las frigorías necesarias es posible que el aire acondicionado trabaje con un sobreesfuerzo y a la larga, la vida útil, disminuya.