¿Tienes unos prismáticos en tu casa? Si te encanta hacer uso de tus prismáticos y eres de los que se los llevan a todos lados, seguramente se te hayan ensuciado alguna vez.
Es normal que se ensucien con el polvo o la arena e, incluso, que los manches con tus huellas. No obstante, dejar que esta suciedad se mantenga sin limpiarlos, no es conveniente. Infórmate sobre cómo limpiar tus prismáticos correctamente para asegurarte que se conservan como el primer día.
Cómo limpiar unos prismáticos sin dañarlos
Ten en cuenta que los prismáticos deben limpiarse con frecuencia, pero no pueden ser limpiados todos los días para no desgastarlos.
Si tus prismáticos están en buenas condiciones, pero quieres limpiarlo, deberás usar materiales adecuados, como un paño de microfibra, una brocha o pincel, un limpiador líquido de buena calidad y una pera de aire.
Evita usar servilletas o limpiadores de cristales. Lo mejor es usar paños de limpieza grandes de microfibra. Estos sirven tanto para teléfonos móviles, como portátiles o gafas. Normalmente, los prismáticos ya incluyen algún paño. En caso de no contar con ellos, deberás comprar uno. Estos paños absorben más líquido que los normales y son de algodón. Además, suelen costar poco y consiguen muy buenos resultados. Estos paños no pueden ser lavados con detergente, pues podría dañarlos.
La pera de aire también te permitirá bombear aire limpio hacia la lente para quitar el polvo y cualquier partícula que tengas en ellas. Trata de usar peras de aire grandes, pues las pequeñas suelen salirse y esto haría más incómoda la tarea de limpieza.
Respecto a la brocha, puedes elegir la que quieras con el único requisito que tenga hilos suaves y finos. Con la brocha podrás acabar de eliminar todas las partículas de las lentes que dificulten tu visión fácilmente y sin dañar el vidrio. Esta es eficaz con las motas de polvo más adheridas. Úsala suavemente para evitar dañar tus prismáticos.
El líquido para lentes que compres es muy importante. No debes comprar imitaciones, debe ser un líquido especial para lentes. Para usarlo, échalo sobre el paño de microfibra y luego limpia el prismático, verás como consigue unos resultados muy brillantes. Si lo echas directamente sobre la lente, puedes dañarla, no lo hagas. Tampoco uses un spray o gotero. Con el paño de microfibra húmedo, limpiarás mejor.
Pasos para limpiar tus prismáticos
¿Quieres conocer los pasos para limpiar tus prismáticos correctamente? Aprende a hacerlo paso por paso:
- Quita las tapas protectoras
Lo primero que debes hacer es retirar las tapas de los prismáticos. Hazlo con cuidado y mira que no haya residuos en ellas. En caso de que detectes polvo, límpialas con alcohol. No uses ni jabón ni detergentes líquidos para no dañarlas.
- Bombea aire con la pera
Mira que la pera lance el aire correctamente y expúlsalo sobre la lente hasta que no quede nada. No existe un número de repeticiones aconsejado, hazlo hasta que queden limpias.
- Limpia con brocha
Puede ser que la pera de aire haya dejado algún residuo. Con la brocha te asegurarás de limpiar bien tus binoculares. Úsala de manera muy suave del centro para fuera hasta quitarlas todas. Una vez hayas acabado, guárdala bien para que no se ensucie.
- Usa un paño de microfibra
Luego deberás rociar el limpiador líquido sobre el paño de microfibra. Recuerda que no debes echar el líquido sobre la lente para no dañarla y que el paño debe estar limpio antes de colocar el líquido. Haz pequeños movimientos circulares en cada uno de los lentes hasta quitar toda la grasa y huellas
- Limpia el cuerpo de los prismáticos
No olvides usar un trapo con alcohol para limpiar el resto de los binoculares. Cuando hagas esto recuerda tapar las lentes que ya limpiaste para que no se ensucien.
Consejos para el mantenimiento de los prismáticos
Si cumples con regularidad todos los pasos, siempre tendrás unos prismáticos limpios. No obstante, también es importante cuidar de ellos para que duren más.
Por ejemplo, cada vez que termines de usar tus prismáticos, debes taparlos para que no se ensucien con el polvo del ambiente. Mira que el estuche, las tapas y la correa de los mismos estén limpios.
No dejes que se expongan a la lluvia o el barro, ni los lleves a lugares donde pueden dañarse. Tampoco debes dejarlos a los niños, pues podrían romperlos.
Trata siempre de manipular las lentes con cuidado para que no se manchen con tus huellas. Compra kits de limpieza adecuados para un mantenimiento regular. Estos kits los puedes encontrar por internet o en tiendas y suele traer todos los productos.