Cualquier empleada del hogar tiene que someterse a una evaluación de desempeño al igual que otro trabajador. El objetivo de la evaluación es la de aumentar la relación laboral entre el jefe y el trabajador, en este caso la empleada del hogar.
Para poder realizar correctamente la evaluación el empleador tiene que estar dispuesto a escuchar el punto de vista de la trabajadora que va a ocupar ese puesto de trabajo. El objetivo es llegar a un acuerdo entre ambas partes y así poder resolver dudas que se puedan dar en determinadas situaciones. No todos los trabajos tienen las mismas reglas, de aquí que la evaluación sea una buena opción para aclarar y modificar algunas pautas en caso de ser necesario.
Hay que tener claro que ambas partes se verán beneficiadas de la evaluación, debido a que exponer las dudas hará que ambas partes están satisfechas. Aquí te mostramos algunos ejemplos de evaluación del desempeño para que puedas comprender mejor como funciona y así realizar la evaluación de una manera mucho más efectiva. No olvides que en ocasiones por miedo o por evitar situaciones incómodas las dudas no quedan bien resultas y en consecuencia el trabajo no se realiza de manera correcta. Un malentendido puede provocar el despido de la trabajadora o del enfado de la trabajadora la cual podría abandonar el puesto de trabajo porque las condiciones no la satisfacen.
Para poder tener éxito y conseguir que la relación entre ambas partes sea buena lo mejor que se puede hacer es hacer una evaluación al menos una o dos veces al año. Será un momento y ambas partes podrán dialogar de las cosas que se están haciendo bien y las que se podrían mejorar. Lo importante es que el dialogo fluya y en consecuencia ambas partes se escuchen.
Temas principales de una evaluación de una empleada del hogar
En la evaluación se puede hablar de muchos temas relacionados con el trabajo. Pero los temas que deben estar presentes como mínimo deben ser los siguientes. Hay que tener en cuenta que la conversación tiene que ser fluida y realista. De nada sirve si ambas partes no dicen la verdad. Lo importante es sacar a la luz los diferentes temas y así tener la seguridad
Relación con los miembros de la familia: si la empleada va a tener contacto con la familia, hay que exponer que la relación entre todas las partes sea la adecuada. No vale de nada si la relación es buena con el empleador si con un miembro de la familia no es buena.
Cualquier duda que se pueda tener sobre las relaciones entre ambas partes debe salir. Esto lo digo porque en ocasiones se busca que el trabajo se realice desde un punto distante y otras desde un punto cercano. Todo dependerá de la profesional que va a trabajar y de la familia para la cual se va a trabajar.
También es un buen momento para que la empleada diga si algún miembro de la familia no le está dejando hacer bien su trabajo por diferentes motivos. Lo importante es que ambas partes se sienta a gusto y en consecuencia la experiencia laboral sea positiva para ambas partes.
Grado de satisfacción: en este punto se tendrá que hablar sobre el grado de satisfacción de la limpieza. Lo importante es mostrar si realmente el empleador está satisfecho con los ritmos de limpieza y la calidad de la misma. En caso negativo, se tiene que exponer por qué no se está satisfecho con el trabajo que está haciendo la empleada para que modifique su trabajo y lo haga correctamente.
Por supuesto, la opinión de la empleada es importante. En este caso por ejemplo puede exponer por qué no limpia correctamente y puede quejarse en el caso de que haya demasiada suciedad en la casa. Algunas familias ensucian demasiado porque piensan que la empleada lo limpiará. Hay que tener en cuenta una serie de normas para que ambas partes se sientan satisfechas y en consecuencia la empleada no se sienta explotada. Hay que comprender al trabajador y ayudarle a conseguir los objetivos marcados.
Puntualidad: la puntualidad es un apartado muy valorado a la hora de trabajar para alguien. Si notas que la empleada del hogar llega tarde y en consecuencia no cumple con el horario pactado entre ambas partes, es buen momento para comunicárselo. Así podrás ver que explicación te da y en consecuencia podrás tomar medidas. Por ejemplo, puede que la empleada no llegue a la hora porque el trasporte no se lo permite. Hay que ver cuál es el motivo de la impuntualidad para ver si hay que poner remedio al problema o no.
Evolución del trabajo: en este apartado el empleador tiene que exponer si está haciendo bien el trabajo la empleada. Si nota que al principio hacía bien su trabajo y ahora está reduciendo la calidad del trabajo, es importante darla un toque para que vuelva a trabajar como lo hacía de manera inicial. El objetivo es que haga un buen trabajo y avisarla en caso de que haya un descenso de la calidad del trabajo. En ocasiones puede que la empleada tenga algún tipo de problema y el empleador le pueda ayudar a solucionarlo.
Actitud: ya hemo comentado que el trabajo realizado por la empleada es muy importante a la hora de tener una buena opinión sobre sus servicios. Pero también es muy importante la actitud de la trabajadora con el empleador y el resto de la familia. El trato siempre tiene que ser bueno en ambas partes para que todo vaya bien.
En ocasiones puede que el empleo se le suba a la cabeza al trabajador y en consecuencia se sienta por encima del empleador. Esto hace que el trato no sea el adecuado y pueda tener una actitud errónea. Lo mismo pasa si la actitud del empleador no es la adecuada hacia la trabajadora. Hay que tener en cuenta que lo importante es que ambas partes se sienta cómodas, es decir, el respeto entre ambas partes es vital para que la relación laboral siga fluyendo.
Sueldo y horarios: hasta ahora nos hemos centrado especialmente en las obligaciones de la empleada, pero también tenemos que hablar de sus derechos.
El empleado agradecerá que se le suba el sueldo para poder ver que su trabajo se está valorando. La subida puede ser dada por la subida del SMI cada año, como premio por hacer las cosas bien o porque se ha contratado a la empleada durante más horas. Toda subida de sueldo será bien aceptada y animará a la empleada a seguir con el buen ritmo de trabajo.
Si una de las dos partes necesita de un cambio de horario, lo mejor que se puede hacer es anunciar el cambio de horario con el mayor periodo de tiempo posible. El objetivo es que ambas partes se puedan aceptar a los cambios, para lo cual se suele necesitar de tiempo.
No hay que olvidar que la empleada del hogar también tiene derecho a unos días de vacaciones. Para evitar problemas de agenda, es recomendable hablarlo con tiempo para concordar dichas vacaciones y evitar problemas de última hora.
Si tienes en cuenta todos estos aspectos, te puedo asegurar que la relación laboral será positiva para ambas partes.